El optimismo genera endorfinas que tonifican el sistema inmune,
rebajan tu percepción de dolor y así mejora tu calidad de vida.
Una persona optimista por definición es una persona saludable. A esta conclusión puedo llegar, después de leer al doctor Stephen Hauser.
Está considerado la máxima autoridad mundial en la investigación sobre la esclerosis múltiple y neuroinmunología. Fue la figura estelar del X congreso internacional de neuroinmunología, promovido por el hospital Clínic en colaboración con la Universidad de California, celebrado en Sitges.
Hace un guiño a España al reconocer que Barcelona atrae este congreso porque, el equipo liderado en el Clínic por el doctor Pablo Villanueva es un referente internacional, y si la medicina avanza en este ámbito se debe a la colaboración entre equipos de investigadores de todo el mundo.
Los conocimientos de un médico optimista que sugiere menos fármacos y más alegría para combatir las enfermedades. Son todo un oasis en un desierto de desanimo y depresiones sociales.
El sostiene sobre esta enfermedad que se acumula proteína “tau”, que lesiona las neuronas y el sistema nervioso central, es decir se lesiona , ¡la sala de mandos del organismo!. y su consejo como prevención es vida sana: evitar obesidades, disfunciones cardiovasculares, hipertensión y diabetes. Y mantener unos buenos niveles de vitamina D, evitar la mononucleosis infecciosa... ¡y no fumar!. Manifiesta algo tan sencillo como ¡No se juegue sus neuronas!
Dentro de sus postulados sostiene que es muy importante estar optimista, algo ya demostrado: porque el estado de ánimo optimista genera endorfinas que tonifican el sistema inmune, rebajan tu percepción de dolor... y así mejora la calidad de vida.
Para estar optimista, receta que debemos hacer todo que encaje y le alegre: hacer ejercicio,hablar con la vecindad, ir a misa, no ver telediarios... No obsesionarse con preocupaciones, vamos…. Con el lado positivo de la cotidianeidad se podría prescindir de los fármacos "autoregulando" el ánimo.
“Lo que diferencia al hombre de otros animales es el deseo de ingerir fármacos”, decía Mark Twain... Y estamos excediéndonos: estamos medicalizando la vida. Los niños no han sido diseñados por la vida para estar horas y horas sentados en un aula, y en el momento en que alguno lo lleva n poco mal, y le diagnosticamos hiperactividad y le medicamos.. Nos dedicamos a diseñar medicamentos innecesarios.
